Las cuestiones fiscales requieren de un conocimiento especializado y constantemente actualizado. Porque, a menos que sea un especialista, es muy fácil perderse en los meandros de los impuestos corporativos, exponerse a riesgos graves o pagar demasiados impuestos debido a la falta de experiencia.
La mejor solución es contar con un asesor fiscal para optimizar el sistema fiscal de la empresa, evitar problemas fiscales y acompañar al gerente en caso de control o litigio. Veamos, entonces, las razones por las que tener cerca a un asesor fiscal si tenemos una empresa.
El asesor fiscal optimiza los impuestos corporativos y garantiza el cumplimiento tributario
El asesor fiscal, a la vanguardia de las noticias y regulaciones de impuestos, garantiza el cumplimiento fiscal de la empresa. En particular, él es responsable de la administración de los impuestos al consumo en las formas y plazos de producción. Así como de todas las obligaciones fiscales con respecto a la presentación de declaraciones de impuestos corporativas y personales, y fideicomisos, todo optimizando los resultados.
Para hacer esto, el asesor fiscal organiza y optimiza las deducciones, los créditos disponibles y los resultados relacionados. Establece los acuerdos legales para establecer una consolidación fiscal entre la empresa y los accionistas.
Establece una estrategia fiscal para la empresa y sus directivos
El asesor fiscal identifica los objetivos profesionales y personales de su cliente para establecer una estrategia adecuada.
Asesora y planifica la tributación a corto, mediano y largo plazo de la empresa y los líderes personales. También prepara la transmisión de riqueza para optimizar la tributación. Determina un pago de dividendos salariales que es atractivo para una corporación. Además, realiza un seguimiento de las deducciones y créditos fiscales que se pueden transferir de un año a otro.
Asesora a los clientes sobre técnicas de impuestos como congelaciones de patrimonios, transferencias de impuestos, reorganizaciones corporativas, fideicomisos y seguros de vida y salud, y planes de pensiones. Les informa sobre las obligaciones fiscales que surgen de él y las implicaciones, especialmente cuando mueren, y establece las soluciones elegidas para proteger los activos.
Acompaña y representa a sus clientes ante las autoridades fiscales
En un momento en que aumentan las auditorías fiscales, el establecimiento de una estructura administrativa adecuada evita la aparición de muchos problemas. Cualquiera que sea la calidad de la estructura, siempre es mejor tener un experto a su lado. En caso de control o disputa fiscal para hacer valer sus derechos. El asesor fiscal conoce los procedimientos de los auditores y está acostumbrado a tratarlos. Establece una colaboración sana y profesional que es altamente rentable para la empresa y sus gerentes. Esto ayuda a resolver importantes problemas fiscales.
En resumen, la presencia del asesor fiscal en las relaciones con las autoridades fiscales permite que todos sus derechos sean reconocidos y preservar los mejores intereses de la empresa y del gerente. Este apoyo es tanto más necesario en el contexto de una situación de contribuciones, oposición o litigios fiscales complejos.