En una empresa constituida como una Sociedad Limitada la responsabilidad de los socios frente a terceros se limita a las aportaciones de capital de cada uno de ellos; sin embargo, la figura del administrador presenta la responsabilidad de cumplir con una serie de criterios que garanticen su buena gestión y por los que debe responder en caso de negligencia.
¿Quién es el administrador de una Sociedad Limitada?
Según la Ley de Sociedades de Capital toda sociedad mercantil constituida tiene que contar con un órgano de administración responsable de su gestión y de ser la cabeza visible de la empresa, tanto a nivel interno como externo.
Esta figura puede estar desempeñada por un Administrador Único, Administradores Solidarios o Mancomunados, así como en forma de un Consejo de Administración compuesto por al menos tres miembros. También puede ser administrador tanto personas jurídicas como los no socios, siempre y cuando sean nombrados por la Junta General de Socios.
Alcance de la responsabilidad del administrador
Aunque es la SL quién responde ante terceros por los actos del administrador, es el administrador quién responde ante los socios y los acreedores por el daño que cometa en caso de actos u omisiones contrarios a la ley y a los estatutos de la sociedad siempre que haya existido dolo o culpa por su parte.
La responsabilidad civil-mercantil del administrador
Es responsable del cumplimiento de las normativas vigentes y de las buenas prácticas dentro de la empresa. También es el encargado de ordenar la disolución de la sociedad en los supuestos de:
- La empresa no puede desempeñar su correcto funcionamiento ni alcanzar el propósito que motivo su formación.
- Si la sociedad alcanza perdidas por debajo de la mitad de su capital social.
- Si el capital está por debajo de los mínimos legales.
La responsabilidad laboral
A pesar de que no existe normativa estricta que regule este tipo de responsabilidad, las situaciones conflictivas más frecuentes son:
- No validar las posibilidades de continuidad en el desarrollo de la empresa en su actividad y no encontrar una solución viable ni disolver la empresa.
- Hacer uso de su puesto como administrador con fines ilegítimos.
La responsabilidad tributaria
Según la Ley general tributaria el administrador de una SL es responsable de la deuda tributaria en los siguientes supuestos:
- Si se comete una infracción tributaria y el administrador lo ha permitido o se ha mantenido al margen.
- Si el administrador decide abandonar su cargo pero aún hay obligaciones tributarias pendientes. En este supuesto, será responsable si estas no se cumplen.
La responsabilidad penal
El administrador es responsable tanto de sus propias acciones como de la omisión de los hechos de terceros y puede verse implicado en diversos delitos, entre los que destacan:
- Delitos societarios: como falsear cuentas y otros documentos, impedir que un socio ejerza sus derechos, imponer acuerdos abusivos para su propio beneficio y trampear o negarse a inspecciones y supervisiones de organismos oficiales.
- Delitos fiscales: defraudar a Hacienda.
- Delitos contra la Seguridad Social.
- Mentir para entrar en concursos de subvenciones.
En este sentido, la jurisprudencia ya ha admitido una serie de hechos desencadenantes de la responsabilidad del administrador, como el hecho de no llevar ningún tipo de contabilidad ni control sobre la situación de la sociedad, no convocar ninguna Junta que informe a los socios de las situaciones de conflicto para los intereses de la empresa o no guardar en secreto toda la información confidencial.
El administrador de una Sociedad Limitada que incumpla los deberes de su cargo debe responder personalmente y con su patrimonio frente a los socios.
En Raipe Consultors asesoramos a su empresa de forma personal y profesional para que el desarrollo de su actividad corresponda siempre con la normativa y con los intereses de su actividad.