Una de las partes fundamentales en la evolución, crecimiento y mantenimiento de una empresa es la buena gestión de su contabilidad. Por norma general, este apartado requiere de estudios, análisis y experiencia continua para salvaguardar resultados óptimos en el desarrollo del ejercicio.
Hoy vamos a exponer algunas recomendaciones para gestionar adecuadamente la contabilidad de una empresa y estar asegurados con respecto al buen hacer de nuestro ejercicio cotidiano.
Mantener la contabilidad al día
La contabilidad es el pilar de un negocio. Es esencial y, como tal, debe actualizarse en tiempo real. De hecho, no solo cumple con las obligaciones tributarias, sino que también analiza el desempeño de la actividad. También es la base de las previsiones presupuestarias y permite, como tal, anticipar cualquier problema de flujo de efectivo. La contabilidad general no debe relegarse a un segundo plano, ocupa un lugar importante y decisivo para la actividad, ya que los objetivos de la contabilidad en sentido amplio son numerosos.
Es posible proporcionar actualizaciones periódicas con una frecuencia precisa; debes ser consistente con la actividad que ejerzas. Esto se puede hacer a diario, semanalmente, mensualmente, trimestralmente o incluso, en algunos casos, anualmente.
Establecer un calendario de transacciones contables, impositivas, sociales y legales
Todas las empresas, independientemente de su sistema tributario y tamaño, tienen obligaciones contables, legales, impositivas y sociales:
- Presentación de declaraciones de IVA (mensual, trimestral o anual).
- Presentación de estados de resultados (paquete de impuestos).
- Presentación de varias declaraciones.
- Preparación de las cuentas anuales (balance, cuenta de pérdidas y ganancias y apéndice).
- Celebración de una resolución anual ordinaria de la junta general sobre los estados financieros de un ejercicio cerrado.
- Establecimiento de nóminas y declaración de rendimientos sociales.
No mezclar cuentas comerciales y cuentas privadas
Cuando la actividad se lleva a cabo dentro de una empresa, es esencial que el gerente y los socios separen las cuentas profesionales y las cuentas privadas. Los gastos profesionales deben pagarse en una cuenta habilitada para ello y los gastos personales en una cuenta propia. De lo contrario, la persona en cuestión está expuesta a fuertes sanciones (gestión anormal, evasión de impuestos, corrupción, abuso del bien social) e impuestos. Pondrá en peligro el equilibrio de la actividad y su sostenibilidad.
Este comportamiento también facilitará el trabajo del contable ya que no tendrá que buscar una justificación profesional para cada operación.
Contar con el asesoramiento de expertos
Aunque no es obligatorio, contar con el asesoramiento experto de un equipo profesional en asesoría financiera y contabilidad es un plus añadido. Incluso si tu compañía hace su propia contabilidad, puedes elegir que un gestor o contable te ayude a auditar las cuentas. También puedes encomendarle la tarea de preparar las cuentas anuales para evitar problemas o que se escape algo que puede tener solución si un experto lo supervisa.
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